M.V.B. (1975)
Dedicada a Manoli. Fue una época rara; una mezcla de intelectualidad cristiana y humanista, que me lió más.
Negro es tu pelo;
tu alma de cristal,
fuerte tu mano
y dulce tu mirar.
Fuerte lo que sientes
en tu alma inquieta,
clara es la ansiedad
con que miras las estrellas.
Buscas una estrella
perdida en el cielo,
estrella de cuatro puntas
sin tú saberlo:
una mira hacia el Norte,
coronada y hacia arriba;
otra mira hacia el Sur,
ensangrentada y fria.
Encontraste un nido,
palomita que vuelas;
debajo de la almohada
encontrarás la estrella.
Estrella de cuatro puntas,
escondida en tu alma,
resplandeció un dia
cuando tú no lo esperabas.
(Año 1975).
Hay una versión jocosa del mismo tiempo:
Negro es tu cabello;
tu alma de cristal,
redondo tu ombligo
y dulce tu mirar.
Blancos son tus ojos
en la oscuridad,
negra es tu mirada
si me vuelves la espalda.
Calva tu cabeza
si cierro los ojos,
manca, coja y ciega
si el ciego soy yo.
Ay, lai, la
ay, lai, la
naide sabe lo que sufro
cuando lloro.
Tres cositas tienes
que a tu lao me unen:
coche, suelo y, por las noches
los sábados, yogures.
Ties marido y ties cena,
dime, ¿qué más quieres?,
yo te doy estas coplitas
con sabor a mieles.
Calva tu cabeza
si cierro los ojos,
manca, coja y ciega
si el ciego soy yo.
Ay, lai, la
ay, lai, la
naide sabe lo que sufro
cuando lloro.
(Año 1975).
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